Los hechos que se cuentan se han reconstruido fundamentalmente a partir del diario de uno de los autores, de las vivencias de ambos escritores, de testimonios de los jefes, oficiales y combatientes de la citada división, de las unidades combativas vecinas, memorias de testimoniantes y un recorrido realizado en el año 1991 por el escenario donde tuvieron lugar los hechos.
Entre los testimonios, destaca el del teniente general Gueorgui A. Voronkov, jefe de la división coheteril soviética -quien dio la orden para derribar el avión espía U-2 estadounidense- y el médico que en Banes, Holguín, embalsamó el cadáver del piloto norteamericano mayor Anderson.
De forma paralela al relato de los protagonistas y algunos de sus datos biográficos, se va intercalando el acontecer de la Crisis, en los planos nacional e internacional basados en las declaraciones del gobernó cubano, el soviético y el estadounidense; así como informaciones de prensa, lo que ofrece una fotografía multidimensional de los hechos.
En los tiempos que corren, donde la posibilidad del uso de armamento nuclear en alguno de los conflictos activos se hace probable, la lectura de libros como este ayuda a comprender los hilos que se entrecruzan en las disputas entre las potencias decadentes y las emergentes.