Hablar de las educaciones populares en la América latina y el Caribe de hoy, nos remite a las múltiples experiencias, que desde la externalidad del sistema formal se desarrollan en la región. Los bachilleratos populares constituyen una de estas experiencias emblemáticas que se convierten en lugar de enunciación de cualquier reflexión que se realice en el presente sobre el movimiento.
Las educaciones populares son formas de resistir, pero también de construir otra educación para otro mundo posible. Los bachilleratos populares son una construcción contingente de nuevas agendas políticas y pedagógicas, lo cual se constituye en un potencial dinamizador de alternativas. El papel del trabajo en la educación emancipadora, la alienación del trabajo docente, la reproducción cultural del sistema escolar clásico, la caracterización de las resistencias en su contexto específico, las formas de construir conocimiento y de valorar los saberes, la relación con el sistema formal y sus rituales burocráticos y, el encuadre dentro de las perspectivas políticas progresistas, son algunos de los pilares de trabajo que realizan los bachilleratos populares. Sobre estos temas su praxis contribuye a relanzar las definiciones y enfoque paradigmáticos al respecto. Sobre este particular me permito formular algunas reflexiones.
