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Nil Nikandrov

IOSIF GRIGULEVICH. El NKVD en Chile y Argentina (Segunda parte)

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Por las páginas de esta segunda entrega de la historia del agente de Stalin en América Latina desfilan decenas de personajes de la política, la cultura y los negocios en Chile y Argentina. Algunos, convertidos en espías soviéticos; otros, en agentes nazis; y no pocos militando en la inteligencia británica y norteamericana. El quién es quién en las intrigas de espionaje queda aquí completamente develado. El autor no se reserva nombres y nos sorprende con la información contenida en los archivos secretos del KGB. Mientras los cimientos del continente europeo se resquebrajan bajo el peso insostenible de una guerra devastadora, a miles de kilómetros de distancia Chile y Argentina se convierten en uno de los más activos frentes invisibles de la Segunda Guerra Mundial.

Las agencias de inteligencia y los batallones de espías se disputan palmo a palmo el territorio que tanto tardó en romper relaciones con el Reich. En Chile, el presidente Pedro Aguirre Cerda escribe a Hitler en 1941 y le llama “grande y buen amigo”. Su sucesor Juan Antonio Ríos persiste hasta enero del 43’ en la hipócrita neutralidad que genera pingües ganancias en negocios con el Tercer Reich. Gabriela Mistral alerta que Chile no se ve neutral como quisiéramos presentarlo, y que “nuestro país se encuentra maduro para una acción nazi en la América”. En Argentina mana a raudales el dinero que llega en sacos desde el Reich para pagar el cereal y la carne con que se nutre a las tropas, mientras que el nazismo prepara metódicamente su retaguardia a ambos lados de la cordillera de Los Andes. Iósif Grigulevich y sus reclutas del NKVD no logran convencer a sus camaradas comunistas en Chile para sabotear la salida de salitre hacia Buenos Aires, desde donde se embarca rumbo a Europa para alimentar la maquinaria bélica alemana.

Mientras tanto, en Argentina el agente soviético consigue constituir un grupo operativo que hunde decenas de navíos en alta mar y hace volar los centros de propaganda nazi en pleno centro de la capital. Grigulevich sabe que su labor en el Cono Sur del continente americano es vital para que la “Patria Soviética” resista contra la embestida hitleriana y para alcanzar la derrota y la humillación de los invasores.

CEIBO

2025

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