Hannie Schaft, conocida como «la chica pelirroja», era a sus veinte años una de las terroristas más buscadas por la Gestapo en los Países Bajos. En Varsovia los ejecutores de la solución final intentaban atrapar a «la pequeña Wanda con las trenzas rubias», que se llamaba Niuta Tejtelbojm, tenía veinte años y era judía. En los frentes de la Guerra Civil española, los militares facciosos de Franco se las tenían que ver con milicianas de dieciséis años. En los ghettos del este de Europa, en los Países Bajos, en el ejército partisano de Tito, de Lyon a Bialystok, muchas mujeres empuñaron las armas contra el terror nacionalsocialista y fascista.
VIRUS/L. PASCAL