Poder obrero trae la memoria -larga y corta- de experimentos de control obrero y gestión obrera, de democracia obrera, de base, directa; de formas de estructurar la autogestión y el autogobierno popular. Formas no mediatizadas, no delegativas, no centralizadas, no coercitivas, colectivistas, deliberativas; reacias a la hipótesis y la fetichización. (...) Formas encarnadas, según las diferentes épocas y latitudes, en una panoplia de consejos (comunistas, de fábrica, obreros, de trabajadoras y trabajadores, campesinos, comunales, etc.) comités de base, repúblicas de consejos, cooperativas, empresas recuperadas por sus trabajadoras y trabajadores, asambleas, coordinadoras interfabriles, comandos comunales, cordones industriales, milicias populares, etc.
Los experimentos rescatados en Poder Obrero reclama ser juzgados con criterios diferentes a los del éxito/fracaso porque son experimentos que valen en sí mismos, más allá de sus consecuencias inmediatas.