Para las comunidades andinas los cerros no son considerados únicamente como deidades sino tambien abuelos (Martínez, 1983) y por tanto son parte de la parentela comunitaria. Es así que una comunidad aymara o quechua, un ayllu, se constituye por diversos tipos de parentesco, están los parientes jaqui o runas (personas), los parientes chacras, parientes sallqa (espíritus) y parientes huacas (lugares sagrados) que viven en una "casa" o pacha (tierra) que los protege. Por ello cuando una comunidad, un pueblo está de fiesta lo están también sus animales, plantas, cerrros y difuntos.