Este sólido y documentado recuento sobre las agresiones estadounidenses a tantos países del Continente se lo debemos al talento, al compromiso, como a la valiosa experiencia que ha tenido el periodista y politólogo Marcos Roitman de conocer de cerca y reflexionar sobre la información internacional, observando en terreno, muchas veces, la lucha de los pueblos por su emancipación. Ser testigo y observador acuciante de la nefasta acción contra los regímenes legítimamente constituidos y en proceso de consolidar cambios en pro de la justicia. De sus golpes cruentos, “blandos” y solapados contra los gobiernos progresistas, en una acción que no cesa y tampoco marca diferencias entre los gobiernos demócratas o republicanos, pese a la incauta esperanza que algunos manifiestan en cada elección presidencial de la primera potencia del mundo.