El libro nos trae la imagen de tres momentos de nuestra historia donde la sangre y diversas formas de violencia entre hermanos han fluido con absurda generosidad, momentos seguidos de las correspondientes batallas hermenéuticas por clavar la rueda de la verdad. Un trabajo de esta naturaleza, desde el punto de vista del ciudadano común y también desde el punto de vista del mundo académico, es un llamado a la vigilancia ética, al ejercicio de lucidez por sobre la siempre cómoda razón de Estado y los tenaces esfuerzos de manipulación comunicacional a que nos someten, en toda época, los poderes fácticos.