En la introducción, el joven analista e investigador nos presenta una visión esencial de la ascendente fuerza y arraigadas convicciones de aquel a quien las circunstancias de una vida señalada desde su primera juventud por su vocación de rebelde, lo unieron a Fidel no solo por lazos fraternos sino por comunión de ideas.
La historia le ha llevado, por derecho propio, a suceder al más importante pensador político y al cubano que después del Apóstol José Martí conoció con más profundidad el contexto global y las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos.