Esta crónica recorre la historia del Colectivo Feminista Internacional (CFI), un movimiento teórico y militante que en los años setenta impulsó una amplia campaña por el reconocimiento y remuneración del trabajo doméstico. Se trata de un grupo de mujeres de distintos orígenes, países y ocupaciones que se organizó con el objetivo de subvertir la idea de que el trabajo doméstico es un trabajo que las mujeres hacen por amor para reivindicarlo, en cambio, como "un verdadero trabajo" y sobre todo, como un trabajo objeto de explotación.