Sin lugar a dudas, Vietnam es una fuente inagotable de experiencia y sabiduría de la cual todo aquel que se considere un investigador serio necesita beber. Los antecedentes más inmediatos de las desgracias que ocurren en Iraq, Afganistán, Libia y Siria, países invadidos militarmente y ocupados por Estados Unidos y la OTAN, están en la Península Indochina.
La guerra genocida desatada allí por la Casa Blanca, como una continuación de la que primeramente había desencadenado Francia y continuado Japón durante la II Guerra Mundial, ha quedado registrada en los anales de la humanidad como una de las más perversas y criminales de la era moderna, comparada solamente con el holocausto perpetrado por el nazi-fascismo con la población judía.