La mejor forma de respetar las luchas del pasado es reconocer que fracasaron y que tenemos que explorar otros caminos para cambiar el mundo de forma radical. […] Reconocer que las luchas revolucionarias del pasado fracasaron, reconocer que la revolución anticapitalista es más urgente que nunca, pero que no sabemos cómo hacerla; reconocer que la única forma de concebir la revolución tan necesaria hoy es como una multiplicidad de caminos que se hacen al andar: éste es el punto de partida de nuestro libro. ¿Cómo pensar la revolución hoy después de los fracasos del siglo XX? La intención del libro es la de estimular un debate, no definir una nueva línea correcta. En esto el texto ha tenido un éxito que nunca esperaba. Se ha publicado en doce idiomas y ha encontrado reacciones fuertes por todos lados. […] pero para mí lo más importante no es que la gente esté de acuerdo con mi argumento, sino que se plantee otra vez el tema de la revolución, y no solamente como repetición de las doctrinas viejas, sino como pregunta, como la más importante pregunta de todas.