David Hume nació en Edimburgo en 1711. Estaba destinado a las leyes, pero detestaba el derecho lo calificaba de «nauseabundo»; en la historia de la filosofía, por el contrario, dejó una huella indeleble. En primer lugar, redujo a ruinas la filosofía: negó la existencia de todo, salvo la de nuestras percepciones. Solamente yo existo, argumentaba, y el mundo no es más que parte de mi conciencia. Sin embargo, sabemos que el mundo permanece ahí, con lo que estamos como antes. Lo que Hume manifestaba así era el estado de nuestro conocimiento acerca del mundo, un mundo en el cual ni la religión ni la ciencia nos dotan de certezas, pues no son sino nuestra reacción ante la experiencia, una de las muchas reacciones posibles.
En Hume en 90 minutos, Paul Strathern expone de manera clara y concisa la vida e ideas del gran pensador de la Ilustración escocesa. El libro incluye una selección de citas de sus escritos y cronologías que sitúan a Hume en su época y en una sinopsis más amplia de la filosofía.