El título de esta antología está muy bien puesto por el editor Juan Gajardo, así como la investigación y compilación realizada por Pablo Orellana. Los sueños no envejecen alude simbólica o metafóricamente a la permanencia de los escritos de Volodia en el transcurrir del tiempo. El lector de esta obra podrá darse cuenta de que la discursividad del escritor y político adquiere una actualidad en tanto que los temas y tópicos que trata son los mismos que los del presente, solo que las coyunturas son distintas. La certera mirada del autor a veces adquiere visos de un vidente que augura, prevé o presagia lo porvenir. Oportunamente el editor ha puesto dos epígrafes -uno que sirve de apertura, y otro de cierre. El primero tiene un sentido de exordio: “Cuando entré a la Juventud, tenía 16 años. Mis sueños eran dos: ser comunista y ser poeta”. Acertó en su militancia, pero no fue poeta -un vate, un poeta lírico-, sino narrador, novelista, y también un notable ensayista en los textos que les dedicó a Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Jorge Luis Borges. O en su obra Antes del olvido, su autobiografía. Entre paréntesis. En una oportunidad en que presentamos uno de sus relatos en la universidad, nos puso una dedicatoria a un libro que contenía sus poemas líricos de los que se arrepentía de haberlos escrito. La obra es Fragmentos del eslabón perdido. Historia de una apostasía (poemas encontrados), publicado en 2003. En parte del autógrafo escribió “Aquí se paga o purga un pecado capital”. El segundo epígrafe aparece al final como conclusio -siguiendo la retórica clásica-: “Los sueños que más valen son los que se sueñan despiertos”. De esta forma, los textos antologados quedan enmarcados como lo ensoñado, lo deseado, por el sujeto emisor en los distintos momentos en que ejerció su condición de hombre público. Siguiendo a Mijail Bajtin, los textos de Volodia responden a los requerimientos de un tribuno e intelectual en un tiempo y espacio específico, Chile, entre los años que la antología recoge los discursos y textos del escritor. Son los cronotopos de la escritura que él desplegó siendo diputado y senador de la república y como simple ciudadano.