El proceso migratorio que vive nuestro país ha sido sujeto de diferentes discusiones y debates, en los que se entrecruzan posiciones políticas, económicas, sociales y culturales. Diferentes voces demandan la necesidad de hacernos cargo, como sociedad, de las situaciones que han derivado por la presencia de extranjeros/as que han elegido Chile como lugar de asentamiento. Esto plantea un conjunto de desafíos, en particular para un país poco acostumbrado a la diversidad, que incluso ha negado sistemáticamente su propio carácter multicultural (Galaz y Poblete, 2007).
Este libro busca exponer las características que el país presenta, en contextos de vulnerabilidad, en los que los colectivos inmigrados se insertan. Principalmente se presenta la forma en que desde las instituciones públicas se construye una relación de inclusión / exclusión social respecto de estos, reflexionando sobre las implicancias que tiene considerar la movilidad humana como un derecho. Asimismo, se presentan experiencias internacionales que pueden alumbrar la política pública nacional, como en los casos de España, Argentina, Costa Rica, Uruguay y Ecuador.