Para nadie es sorpresa que en el mundo cohabitan modos diversos de comprender la existencia, y que se han hegemonizado aquellos que promueven el crecimiento en todos los ámbitos de la vida: desde los cuerpos en donde las células pierden la capacidad de controlar su crecimiento, produciendo cáncer, hasta la economía, en que la ecuación crecimiento por crecimiento se ha homologado a desarrollo. Esto, como grafican los autores se traduce en que “si el fordismo contribuyó a sentar las bases culturales de lo que se podría definir como un modo imperial de vida, el extractivismo, con raíces centenarias en América Latina, se ha enquistado de tal manera que podríamos decir –de modo figurativo– que en sus sociedades, empezando por sus élites, existe una suerte de ADN-extractivista”.
Este libro es una invitación a desconstruir este paradigma, pero no solo desde las reflexiones y preguntas que inocula al debate sociopolítico, sino que su misma gestación es una vivencia de deconstrucción. Es decir, es re-evolucionario el solo hecho de integrar los debates de posextractivismo en América Latina y decrecimiento en Europa, no en miras de competir y ver cuál es más legítimo, más argumentado o más técnico, sino que en tanto debates existentes, referenciales para cientos de miles de personas que buscan otros modos de vivir y ser en el mundo, que se rebelan frente a la hegemonía de la estadística y la razón, de la profunda individuación, para volver a ser con la naturaleza, con los otros y otras, con la propia emoción, con el cuerpo y el territorio